La provincia de Córdoba cuenta con numerosas áreas protegidas que vale la pena visitar. Son regiones cuyo cuidado es esencial para el mantenimiento de los ecosistemas, con todo lo que eso implica. Dentro de estas áreas, la jerarquía se encuentra coronada por los Parques Nacionales. En nuestra provincia tenemos tres, con características muy diferentes y singularidades dignas de mencionar. Las otras áreas, incluyendo parques provinciales, reservas hídricas y similares, son más numerosas, razón por la cual mencionaremos unas pocas.
Es importante visitar y conocer nuestras áreas protegidas, ya que la conservación debe ser entendida incluyendo al ser humano como sujeto activo. No se trata de limitar su presencia, sino de encontrar un equilibro armónico que incluya el disfrute, la concientización, el cuidado y la educación.
Parque Nacional Quebrada del Condorito
Ubicado en las Sierras Grandes, este parque se encuentra a elevada altitud, sobre la Pampa de Achala. Es esencial para la conservación de ecosistemas como pastizales de altura, el romerillal, y algunos bosquecitos. Su territorio, que consta de más de 37.000 hectáreas, es marcadamente accidentado en algunos tramos, y consta de pampas, serranías y hondonadas. De manera adyacente, se encuentra la Reserva Hídrica Provincial Pampa de Achala, que suma 146.000 hectáreas más.
Por el territorio del Parque circulan infinidad de arroyos y vertientes. Pero se destaca el paso del cauce principal: el Río Condorito, que forma la quebrada homónima. El río presenta increíbles pozones y cuantiosas cascadas en las profundidades de la quebrada, de difícil acceso. La quebrada alcanza una profundidad de casi 800 metros, y presenta imponentes paredes en donde anida el majestuoso cóndor. Es el ave rapaz más grande del mundo y el ave voladora más grande, que supera los 3m de envergadura y puede pesar más de 15 kg.
Además del cóndor, El Parque protege numerosas especies de fauna. Se destacan el zorro colorado, el sapito de achala, el lagarto verde de achala, el puma, y otras aves como la loica, el águila mora o el gauchito serrano. Con respecto a la flora, encontramos algunos bosquecitos de altura constituidos principalmente por especies arbóreas como tabaquillos y maitenes, y algunos molles y cocos. También son notables los extensos pajonales. Una gran variedad de musgos, líquenes y hongos pueblan sus territorios, además de especies arbustivas.
Se accede por el camino de las Altas Cumbres y presenta recorridos de senderismo con variados rangos de dificultad. Algunos para tener en cuenta son el Balcón Norte, Balconcito de las Sombras, y el más largo, el Balcón Sur. Este último incluye un descenso al fondo de la quebrada que nos regala como postal el milagro cristalino del río.
Parque Nacional Traslasierra / Pinas
En el extremo oeste de la provincia podemos encontrar una de las grandes áreas protegidas de Córdoba: el Parque Nacional Traslasierra, que abarca 105.386 hectáreas de vital importancia. Se ubica al oeste de la Sierra de Guasapampa, y uno de sus límites está marcado por la provincia de La Rioja.
Está enclavado en el territorio de una vieja estancia denominada Pinas, el cual pretende ser el genuino nombre del parque en el futuro. Constituye uno de los últimos relictos del Chaco Seco, y comprende también una parte del ecosistema del Chaco Serrano. Su superficie se encuentra casi totalmente cubierta por densos montes, aunque también incluye algunas superficies salinas en el extremo noroeste. La gran mayoría del parque está constituido por un relieve llano, y solamente su extremo este incluye serranías y algunas quebradas.
Fotografías: Agustín Capurro
La biodiversidad del lugar es impactante. Es casi el único sector de la provincia que incluye guanacos y pecaríes chaqueños. Su variada fauna incluye aves, mamíferos, reptiles y anfibios. Se destacan felinos como el puma y el yaguarundí, aves como el cardenal amarillo y el loro hablador y reptiles como yararás. En cuanto a la flora, consta de numerosas especies arbóreas que incluyen quebrachos, algarrobos, talas, cocos, espinillos, tuscas, garabatos, manzanos de campo, entre muchos más.
Es importante aclarar que se trata de un parque con poca infraestructura y de creación muy reciente. Por el momento sólo ofrece algunos senderos aledaños al casco de la estancia. Además, el acceso es un poco dificultoso, ya que para llegar deben atravesarse muchos kilómetros de tierra. Es fundamental ir con tiempo, y llevar hidratación suficiente, ya que la región suele estar sometida a calores extremos que pueden superar fácilmente los 40°C. Es una de las áreas protegidas de Córdoba muy recomendada para naturistas y conservacionistas.
Parque Nacional Ansenuza
El cuarto lago de planicie más grande del mundo, cuyas largas costas se pueblan de veraneantes, presenta la impresión de un auténtico mar, con orillas opuestas imposibles de divisiar. Así es la majestuosa Mar Chiquita, mejor conocida como Mar de Ansenuza. Se trata de una inmensa laguna salada de superficie muy variable, alimentada por el Río Dulce, el Río Xanaes y el Río Suquía. Aquí se creó, en el año 2022, el Parque Nacional Ansenuza. Esta área protegida preserva, además de la superficie lacustre, los bañados del Río Dulce ubicados al norte del espejo de agua, constituidos por humedales y algunos sectores de monte.
La superficie del Parque Nacional abarca más de 660.000 hectáreas y, si se suman reservas aledañas, la superficie protegida asciende al millón de hectáreas. Los ambientes conservados son muy variados. Entre ellos se encuentran el monte chaqueño, arbustales, pastizales, cauces fluviales, playas fangosas. Y también algunas lagunas menores, tanto temporarias y permanentes. La cuenca hídrica está constituida por los tres ríos mencionados, y se trata de un sistema endorreico, es decir, cerrado y sin salida al mar.
La vegetación está constituida por arbustos y herbáceas, presentando matorrales. También es abundante la vegetación acuática, así como sabanas inundables y pastizales. En los sectores boscosos, encontramos especies como algarrobos y quebrachos. También hay formaciones constituidas por juncales y totorales.
En cuanto a la fauna, son las aves las que alcanzan el mayor nivel de biodiversidad, presentando la impresionante cifra de 380 especies registradas. Es uno de los sitios más importantes para conservación de aves migratorias de toda Sudamérica, que concentra anualmente más de medio millón de individuos. Los bañados y la laguna forman tanto paradas como destino final de aves provenientes del hemisferio norte y del sur del continente. Podemos mencionar, como especie emblemática, al flamenco austral, ya que la mitad de su población global se encuentra aquí. También se encuentran otras especies como la parina chica y la parina grande.
Por otro lado, aquí habitan numerosos mamíferos, reptiles, peces y anfibios. Algunos de ellos son zorros, carpinchos, comadrejas, pecaríes, corzuelas, yaguarundíes, lobitos de río, tortugas terrestres y el aguara guazú.
Reservas de las Sierras Chicas
A lo largo del valle de Sierras Chicas, encontramos varias de las áreas protegidas de Córdoba. Algunas están en mejor estado de conservación que otras, pero todas dignas de ser visitadas y conocidas. Se encuentran relativamente próximas a la ciudad de Córdoba, en el sector más comprometido a nivel hídrico de todas las sierras cordobesas.
Fotografías: Lihuen Garro Paviolo
De manera general, estas áreas incorporan ecosistemas que incluyen desde los pastizales hasta el bosque serrano, pasando por un estrato intermedio y de transición que incluye arbustos como el romerillo. El desnivel de esta región no es tan marcado como en las Sierras Grandes, pero su biodiversidad es igualmente importante.
Algunas de estas áreas protegidas son: Reserva Hídrica la Quebrada, Reserva Manantiales, Reserva Hídrica Cerro Azul, Reserva Los Quebrachitos, Reserva Natural de la Defensa Ascochinga, Reserva Casa Bamba, Reserva Villa Allende, entre otras. Todas ellas protegen, además de los biomas, las cabeceras de los arroyos serranos que son fuente de agua para las localidades. El rápido incremento poblacional de la región, sumado a una gestión insuficiente, ha provocado que el agua escasee en varios lugares. Se puede visitar las reservas todo el año, y algunas ofrecen caminatas que incluyen el reconocimiento de especies nativas y paisajes impactantes como cascadas.
Reserva Natural Urbana San Martín
Al tratarse de la única reserva natural ubicada dentro de la ciudad de Córdoba, constituye el último relicto de monte originario que queda dentro de los límites urbanos. Su superficie es de tan solo 114 hectáreas, y alberga dos sectores bien diferenciados. Por un lado, el área de camping, que incluye además asadores, una pileta municipal, así como campos deportivos y similares. Éste sector suele ser muy concurrido, principalmente en fines de semana. Por otro lado, encontramos el área de conservación, sin lugar a dudas el sector más bello. Se puede recorrer a través de senderos de baja dificultad que muestran ecosistemas variados.
Foto: Lihuen Garro Paviolo
La reserva constituye un pulmón de características naturales únicas. Entre su biodiversidad se encuentra una amplia variedad de especies de mamíferos, reptiles, anfibios y aves. Su acceso es fácil, y para ingresar al área de camping es necesario abonar una suma mínima. El área de conservación, en cambio es de ingreso gratuito.
Si visitas alguna de estas áreas protegidas de Córdoba – o cualquiera del planeta – es importante hacerlo con conciencia, llevándote de vuelta tu basura, causando el menor impacto posible y respetando las formas de vida del lugar.