El verano pasado decidimos explorar la cautivadora zona de Caviahue. Allí, tras visitar lugares como El Salto del Agrio, la laguna escondida y el puente de piedra, nos aventuramos a descubrir la región de Copahue. Desde el mismo momento en que salimos del pueblo, nos sumergimos en un paisaje que evocaba la apariencia lunar. Todo el escenario estaba marcado por la acción volcánica, las huellas de las glaciaciones y la erosión del viento.
En nuestro trayecto de Caviahue a Copahue, nos dirigimos hacia dos lugares emblemáticos de la región, conocidos por su actividad geotérmica: Las Maquinarias y Las Maquinitas. Estos nombres hacen referencia al sonido que produce el vapor de agua al intentar salir a la superficie a través de las piedras. Este fenómeno se conoce como fumarolas. Alimentadas por el volcán Copahue, estas termas no sólo son un atractivo turístico, sino que también ofrecen beneficios terapéuticos, siendo ideales para tratar enfermedades de la piel.
Al llegar al lugar, que teníamos previamente localizado en el GPS, el fuerte olor a azufre impregnó el aire, revelando la actividad volcánica característica de la región. Aunque en algunos momentos este intenso aroma molestaba nuestros ojos, no pudo opacar la belleza del entorno. La tierra parecía hervir a borbotones, emanando vapor y dejando al descubierto la riqueza geotérmica bajo la superficie. Las aguas termales en este lugar superan los 30º C y, en algunos casos, alcanzan los 50º C, requiriendo precaución al acercarnos a las fumarolas.
Cuando llegamos a un pequeño arroyo, decidimos quitarnos las zapatillas, ingresar al agua y experimentar el contraste único entre sus aguas heladas y las emanaciones calientes del suelo. Este arroyo, en medio de la cordillera, nos regaló una experiencia inolvidable. La belleza del paisaje agreste, la sensación de estar solos y la conexión con la naturaleza se vivieron como esas escenas de la vida que sabés que son irrepetibles.
Continuamos nuestro camino y nos encontramos con edificios y pequeñas casillas derrumbados, testigos del poder de la naturaleza que reclama su espacio. El alto contenido de azufre en el agua ha llevado a que las paredes de estas construcciones se petrifiquen con el tiempo, añadiendo al lugar un encanto antiguo y recuperado por la naturaleza.
Exploramos brevemente la zona entre las ruinas antes de dirigirnos hacia el complejo termal Copahue. Aunque transitamos los pocos kilómetros que separaban estos dos espacios, decidimos no quedarnos mucho tiempo, sintiendo que el día ya había alcanzado su punto culminante. Estábamos ansiosos por regresar a Caviahue, cerrar el día con una cerveza local y una buena picada.
INFORMACIÓN IMPORTANTE
- Durante el invierno, la ruta de acceso puede cerrarse debido a la cantidad de nieve. Sin embargo, aquellos que logren llegar disfrutarán la mágica confluencia del frío de la nieve y el calor del vapor en un entorno casi virgen.
- La prudencia es fundamental al visitar espacios agrestes y sin servicios, ya que nuestra seguridad depende de nuestra preparación previa y del sentido común. El agua de las fumarolas puede estar muy caliente, el terreno es irregular y puede generar desbalances para caminar, especialmente a personas con movilidad reducida. Además, no todas las personas se benefician de los baños termales; para aquellas con condiciones previas como la hipertensión, estos pueden resultar perjudiciales.
Video de Gustavo Arias
