Hace varios años que no ingresábamos a Lago Puelo. Y al menos la ciudad, nos sorprendió para bien. Te contamos todo en esta nota.
En la última década, quizás debido a un marcado crecimiento, la zona de Lago Puelo y El Bolsón, a nuestro parecer, se encontraba un poco sobreexplotada y abrumada. Nuestro último recuerdo era un entorno con basura y descuidado, que hizo que esos días de vacaciones no pudiéramos disfrutarlos al 100%.
Con gran alegría, al ingresar a Lago Puelo, nos encontramos con un nuevo orden, obras para mejorar caminos y muchas nuevas construcciones. Teníamos presente que esta localidad, como otras de la zona, fue fuertemente golpeada por los incendios de años anteriores. Por eso fue una alegría verla tan recuperada. Simplemente más ordenado y despejado. Y apenas empezamos nuestra visita, ya nos alegramos de haber dedicado este fin de semana a esta localidad, que cuenta con tantos atractivos como algunas de las grandes ciudades de la Patagonia.
Para comenzar, visitamos la cabecera del Parque Nacional Lago Puelo. Es un área que solía ser parte del Parque Nacional Los Alerces pero, desde 1971, tiene su propio nombre. En esta trifecta de denominaciones, también cuenta con una extensa costa en el Lago Puelo, que incluye áreas de camping diurno y diversos senderos para explorar. Aunque el día no acompañaba, el espacio se encontraba limpio y con algunas personas disfrutando el lugar en armonía.
Fotografía de Gustavo Arias
Visitamos también la zona de las chacras y en particular el Jardín de Campo, un establecimiento de cultivo de flores llevado adelante por un chubutense y una neuquina. Un verdadero deleite para los sentidos. Con apenas 3 años de existencia, se perfila para ser uno de los atractivos que ponga en el mapa a la ciudad.
Por último, en esta visita de 48 horas, exploramos la emblemática pasarela del río Azul. Es una zona interesante para dedicar un día, ya que tienes acceso a diferentes senderos, extensos y cortos. Cruzando el puente y en apenas 15 minutos llegas a un pequeño salto de agua, que seguramente sea más impactante en época de deshielo o de lluvias. Desde allí mismo se pueden realizar otras caminatas más extensas, como hasta el paso internacional de Chile o el refugio Motoco.
Fotografía de Gustavo Arias
Este último paseo nos dejó con un sabor semi-amargo. El sendero se veía descuidado y como dijimos antes, un poco cansado de la temporada. Apenas cruzas el puente encontramos un área de venta de refrigerios. El entorno estaba un tanto descuidado y con necesidades de organización y mantenimiento. Sin embargo, los senderos con abundantes moras y rosas mosquetas, el impactante entorno, al menos a nosotros, nos pareció que valía la pena.
Ojalá en próximas visitas, este cambio positivo que vislumbramos en diferentes sectores, impacte todo Lago Puelo, que, como dijimos, nos parece uno de los espacios naturalmente más hermosos de la Patagonia norte. ¡Volveremos pronto!