VIAJANDO

Puerto Madryn, #lamaslinda.

Una historia de amor

Se conocieron en una clásica y emblemática disco de Banfield, en la zona Sur del Gran Buenos Aires, y desde entonces se volvieron inseparables. Andrea vivía en Lomas de Zamora. Claudio, era de Caseros. La Av. General Paz y unos cuántos kilómetros separaban a los enamorados. Pero no lo suficiente para unirse para siempre.

Por entonces, hace muchos años, un cliente de Claudio le habló acerca de un lugar en la provincia de Chubut, un pueblo de calles de tierra y arena donde llueve poco y el viento domina los días. Un lugar en crecimiento. No lo dudaron. Se casaron, y se instalaron en Puerto Madryn, hace 35 años. No conocían Madryn. Fue amor a primera vista. El entusiasmo de emprender desde cero un sueño y de hacerlo en un lugar llamado Puerto Madryn y a escasos metros del mar, fueron motivo más que suficiente para armar las valijas y dar vuelta la página.

Inauguraron su pizzería a finales de un mayo muy frío, pero con aroma a mar. Levantaron su casa, vieron crecer su proyecto, y pronto llegaron los hijos. Saben de trabajo incansable, de esfuerzos, y de sacrificios. Conocieron la felicidad y también el dolor. Tienen dos hijos: Gastón, viajero incansable y ciudadano del mundo, que aún hoy sigue sumando kilómetros en el viejo continente. Pablo … él está en todos lados. En el cielo, en el mar y junto a ellas, las ballenas.

Mar en Puerto Madryn
Playa de Puerto Madryn
Atardecer en Puerto Pirámides

Fotografías: Karina Roman

Puerto Madryn, también conocida como Madryn, así de cortito, está ubicada en el noreste de la Provincia de Chubut, es uno de los destinos más emblemáticos de la Patagonia, y en lo personal uno de los que más me conmovió.

Tiene todo: un gran paseo en su amplia costanera, extensas y amplias playas y fauna silvestre para deleitarse. Se suman museos, localidades vecinas de ensueño, amplia gastronomía. Pero sin duda alguna, el plato fuerte es el avistaje de las ballenas franca austral. Y allá fuimos.

El aeropuerto El Tehuelche se encuentra aproximadamente a 6 km. del centro de Puerto Madryn, y el más recomendado por la corta distancia para llegar a la ciudad. Le sigue el aeropuerto de Trelew, que se ubica a unos 60 km., y una hora de viaje en automóvil.

Llegar en transporte aéreo a Madryn con el caer de la noche, es asegurarse un espectáculo de luminarias que envuelve a la ciudad con destellos cálidos, desde su muelle y hasta donde las pupilas lo permitan.

En el aeropuerto nos esperaba Claudio, quien nos recibió con un abrazo apretado. Afuera el viento se hacía sentir, lo que nos condujo raudamente al abrigo de la cocina de Andrea, donde una picada y unas riquísimas berenjenas en escabeche caseras, eran las protagonistas sobre la mesa de algarrobo; antesala de fideos caseros amasados por las expertas manos de Claudio con una espectacular salsa repleta de frutos de mar fresquitos del día, típicos de la gastronomía de la zona. Reencuentro con charlas, risas y cafecito de por medio, dio lugar a finalizar la primera noche en Puerto Madryn. Nos esperaban días de sorpresas y emociones fuertes.

Madrugamos para ver el amanecer desde el Muelle Luis Piedra Buena. Está ubicado en pleno centro y ofrece una vista panorámica incomparable de toda la costa. Se adentra en el mar unos 500 metros, y es lugar de atraque de barcos pesqueros, cruceros y embarcaciones de Prefectura Naval. Y por qué no también de algunos lobos marinos que trepan por las escaleras laterales del muelle cuando la marea está alta.

Se puede ingresar tanto de día como de noche y es ideal para un paseo en familia. También está adaptado para que personas con discapacidades motrices puedan desplazarse sin obstáculos. Un lugar para disfrutar del mar con las aves sobrevolando tan cerca como si quisieran ser abrazadas. En temporada alta se puede ver la danza de las ballenas que nadan muy cerca de allí. Para los amantes de la pesca y quienes los que acompañan con un mate o café caliente a lo largo de los bancos de piedra del viaducto, es un festín.

Al alba estaba vacío y era todo nuestro. Solo nos acompañaban las luminarias laterales de sus numerosas columnas y el despertar de las aves marinas que comenzaban rutina diaria. Llevar guantes y gorrito de lana fue la mejor idea para mantener el calor corporal. La salida del sol no se hizo esperar y una paleta de naranjas furiosos se hizo presente en el horizonte. El viento nos empujó a regresar por un desayuno suculento.

Fotografía: Karina Roman

Más tarde, y con el sol en alto, pintó una caminata a lo largo del Paseo Marítimo, entre el Muelle y el Monumento al Indio Tehuelche. Son aproximadamente 5 km. que se puede realizar por la Rambla o por la playa. Optamos por ésta última y la elección tuvo su recompensa.

El aire marino, el sonido de las olas, y el incesante desfile de las aves. Están por doquier, grandes, chicas, calladitas y bulliciosas. Dormilonas y activas. Donde se mire, pueden apreciarse cormoranes, gaviotas cocineras, bihuas, ostreros, flamenco austral, garzas blancas y los simpáticos pingüinos de Magallanes, éstos últimos de septiembre a abril.

Fotografías: Karina Roman

Más allá y hacia el Sur, se encuentran las Playas Paraná, Area Natural Protegida Punta Loma, Cerro Avanzado, Bahía Craker y en el extremo, Punta Ninfas. Kilómetros de arena, mesetas, acantilados y naturaleza viva, se amalgaman y brindan una ceremonia única. La Patagonia argentina se hace presente en su máximo esplendor.

Durante el verano, las playas son muy concurridas y se observan los numerosos paravientos; también invitan a practicar deportes náuticos como kayak, canotaje, windsurf, kitesurf entre otros. Se encuentran muchos paradores y restaurantes a los pies de la playa con voluptuosos ventanales desde donde contemplar el mar.

Los golfos San José y Nuevo invitan a principiantes a realizar “bautismos submarinos”. Puerto Madryn es conocida por la “Capital Nacional del Buceo”, que con sus aguas cristalinas llenas de luz permite además nadar con lobos marinos.

Los principales puntos de interés en la ciudad son el Museo municipal de Arte, el Museo Oceanográfico el Hombre y el Mar, el Ecocentro, un imperdible para los amantes del medio ambiente construido sobre un acantilado donde se tiene una vista impresionante a la inmensidad del mar (conservo el ticket de entrada con el sello del pingüino), es centro cultural y de interpretación con un mirador con forma de faro. Y el Museo del Desembarco, con mucha historia que a través de sus objetos, crónicas y tesoros rememoran la llegada del Velero Mimosa con colonos galeses allá por 1865.

Hay varios puntos panorámicos en el paseo costero para detenerse, sacar fotos, contemplar el mar, y especialmente se destaca la zona de Punta Cuevas, a pasitos del Monumento al Indio Tehuelche.

Los atardeceres mágicos en Puerto Madryn

Fotografía: Karina Roman

Cuando cae la tarde, y baja la marea, el cielo se pinta de fuego y la ciudad refleja su silueta en las playas urbanas. Los atardeceres en estas playas son mágicos se puede explorar la costa y es perfecta para aquéllos que buscan una experiencia auténtica y conexión con la naturaleza y las tranquilas aguas del Golfo Nuevo.

Area Natural Protegida El Doradillo

Donde nuestras voces suenan, ven a buscarnos
Que sobre la tierra no se oyen nuestros cantos

Desde mayo y hasta octubre, el Area Natural El Doradillo, a 19 km. del Centro de Puerto Madryn, es el lugar que eligen las majestuosas ballenas francas australes todos los años para reproducir, parir y amamantar a sus crías. En esas aguas protegidas enseñan a sus ballenatos como moverse.

Las condiciones de profundidad que tiene la costa permite ver a las ballenas desde la playa y muy cerca. Sin embarcarse!

Playa El Doradillo, en Puerto Madryn
Fotografía: Karina Roman

Los visitantes se acomodan en sus sillas, lonas, reposeras, o simplemente de pie. Después de recorrerla, nos refugiamos en el calor del motorhome, con una increíble vista del mar, supervisados muy de cerca por un curioso zorro gris. En parejas, familias, o en grupos de amigos, chicos y grandes todos por igual disfrutan en silencio un espectáculo único en una jornada inolvidable. Se las ve ir y venir, asomarse y sumergirse; levantan la cola, muestran sus callosidades o se quedan panza arriba. Su virtud para cantar hermosas melodías y sus increíbles saltos fuera del agua, hipnotizan.

Ballenas en Puerto Madryn
Fotografía: Juan O. Domínguez
Ballena jorobada en Puerto Madryn
Fotografía: Karina Roman
Avistaje de ballenas en Puerto Madryn
Fotografía: Juan O. Domínguez

La playa casi entera enmudece, para mirar atentamente el juego amoroso que vive en la profundidad del mar. Todo es contemplación, y alegría en el corazón. Ellas están ahí, a escasos metros, y se siente como si quisieran que las acariciemos con las manos. La playa es extensa y muy tranquila, ideal para relajarse y sumergirse en el apasionante espectáculo de saltos fuera del agua y sus suspiros cautivantes.

Si lo que se busca es una experiencia emocionante, la Playa El Doradillo es el lugar perfecto para admirar a las ballenas bien de cerca, en su hábitat natural. Es recomendable consultar los horarios de marea alta para tener un mejor avistamiento.

Además de su protección a nivel nacional, están protegidas a nivel mundial por la Comisión Ballenera Internacional – que prohíbe su caza – y la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna (CITES), que prohíbe toda acción de comercio internacional de sus productos.

Como se puede llegar a este paraíso natural? El camino tradicional se encuentre en repavimentación actualmente, por lo que se puede tomar un camino alternativo. Hacia el Norte, tomar la Ruta 1. Luego de atravesar el Parque Industrial y al llegar a la rotonda de desvío hacia la Ruta 3 o hacia Puerto Pirámides, se debe tomar ésta última, que es la Ruta 2. A los 20 km. aprox. Hay un primer desvío: esa es la ruta 42. Por ella y tan sólo a 5 km. se llega al primer mirador que es el Cerro Prismático. Más adelante hay distintas playas para acceder a las mismas como playa Las Canteras, de canto rodado, donde la madres y sus crías llegan a quince metros de la costas con marea alta.

Puerto Pirámides

Retomando la ruta 42 y por espacio de unos 77 km., se ingresa a la península -Istmo Carlos Ameghino-, donde se encuentra el Centro de Visitantes. A ambos lados se aprecian los Golfos de San José y Nuevo, y la Isla de los Pájaros. Toda el área es Patrimonio Natural de la Humanidad. A través de sus caminos de ripio se atraviesan bahías, golfos, acantilados, playas y mucho mar. Fauna marina y terrestre completan el decorado natural. Desde Puerto Pirámides salen las excursiones embarcadas para el avistaje de ballenas y toninas overas.

Fotografías: Karina Roman

Dicen que la mejor época para visitar la zona es desde fines de septiembre hasta mediados de noviembre porque concentra la mayor cantidad de ejemplares que el calendario de fauna enumera: aves, pingüinos, lobos marinos, elefantes marinos, ballenas, orcas, delfin patagónico, entre otros. Todos juntos para la alegría de sus visitantes.

También es relevante la fauna terrestre como zorros, maras, guanacos que forman parte del elenco estable, todo el año.

Gaiman

Una porción de cultura galesa vive en Gaiman, un pequeño pueblo encantador de casi 9 mil habitantes, fundado por inmigrantes galeses a punto de cumplir 150 años, que transporta en el tiempo con su rica tradición, su conjunto de casitas de piedra, de ladrillo a la vista y con techos a dos aguas. Recientemente recibió la noticia de haber sido seleccionada -dentro de otros 8 pueblos de Argentina-, por la Subsecretaría de Turismo para competir en los Best Tourism Villages 2024 organizado por la ONU Turismo, que otorga un importante prestigio.

Gaiman
Fotografía: Juan O. Domínguez
Paisaje de Gaiman
Fotografía: Karina Roman

Gaiman es un refugio de tranquilidad y sobria belleza en medio de la Patagonia Argentina. Sus habitantes mantienen las costumbres galesas. Unos de sus principales atractivos son las tradicionales casas de té con sus encantadores salones, teteras vestidas, mucha puntilla y delicias dulces y saladas, exquisita pastelería, scones, tartas frutales y la afamada tarta negra galesa. El pueblo saltó a la fama mundial cuando la Princesa Lady Di hizo su visita allá por 1995.

Además de la experiencia del The five o´clock tea, se puede recorrer el antiguo túnel ferroviario, que fue parte de la antigua línea de tren que unía el pueblo con localidades vecinas. También se pueden visitar las capillas galesas, recorrer el Circuito Histórico Peatonal, y visitar el Museo Primera Casa de Gaiman.

Con su motorhome, Andrea y Claudio han recorrido toda la Argentina y países vecinos. Pero su lugar en el mundo es Puerto Madryn, y allí vuelven siempre. “Madryn es nuestro hogar”, afirma Andrea, mientras paseamos.  Y así nos lo hicieron vivir durante los días que allí pasamos. “Aquí están nuestros amigos, y la compañía de Pablo, y con él sus aliadas y amigas eternas: las ballenas.”

En homenaje a Pablo Loi
(1990 – 2016)

Reflejos en el mar, Puerto Madryn
Fotografía: Karina Roman

Calendario de Fauna Marina:

Secretaría de Turismo – Municipalidad de Puerto Madryn

Recordá algo importante:

  • No alimentes a los animales.
  • Todos los residuos que generes, vuelven con vos a la ciudad.

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