Situado en las inmediaciones del famoso “Circuito Chico”, el Cerro López es uno de los destinos favoritos para los amantes del senderismo y el montañismo. Si buscás una salida de trekking para hacer en el día en Bariloche, sin dudas esta es una buena elección. Y si querés pernoctar, también. Este icónico cerro, de aproximadamente 2075 metros de altura, ofrece un interesante desafío que combina un poco de esfuerzo físico con vistas panorámicas espectaculares.
El sendero hacia la cima del Cerro López comienza sobre el camino del Circuito Chico, en el km 22. Existe otra picada, el Sendero de los Palotinos, de bastante más dificultad. Y también existe un camino vehicular, que no está habilitado para transitarlo con automóviles particulares pero sí para tours contratados y senderismo.
El ascenso más habitual comienza siguiendo el curso del Arroyo López a través del bosque. Conforme ganás altura, los árboles ceden paso a una vegetación más rala y la montaña se muestra más rocosa. Hay tramos de subidas empinadas que exigen esfuerzo, pero la recompensa llega en forma de vistas panorámicas que te van a dejar sin aliento: los lagos Moreno y Nahuel Huapi, y gran parte de la cordillera de fondo. A una hora de caminata se llega al Refugio Roca Negra, un buen lugar para detenerse a admirar la vista y hacer un descanso.
Desde allí, el sendero continúa subiendo a través del bosque hasta unirse con el camino vehicular que lleva a cruzar el arroyo y conduce hasta el Refugio López a 1600 metros de altura. El ascenso hasta el Refugio son aproximadamente dos horas y media horas de caminata y allí el paisaje, hermoso durante todo el trayecto, se vuelve aún más impresionante. Para los más osados, el Refugio ofrece la posibilidad de pernoctar y vivir una noche en la montaña, con reserva previa.
Hay quienes sólo suben hasta el Refugio, pero si buscás más aventura podés continuar subiendo. Aunque esta segunda parte del trayecto está bien señalizada, ya casi no hay vegetación y el terreno es más pedregoso y pronunciado, de mayor dificultad que la picada inicial y por eso requiere que te registres. Si no lo hiciste antes de subir, podés hacerlo en el Refugio.
En una hora partiendo desde el Refugio podés llegar hasta una pequeña laguna llamada La Hoya, donde suele haber nieve gran parte del año. Y en unos 50 minutos más llegás al Pico Turista, donde la vista va a hacer que el esfuerzo de la subida valga la pena. Desde allí la vista panorámica es de 360 grados. Una postal que se va a grabar en tu retina: el lago Nahuel Huapi, la península San Pedro, la isla Victoria, el Cerro Tronador y volcanes chilenos en el horizonte, la ciudad de Bariloche a lo lejos y la zona de la estepa hacia el Este. Y, quizás, la naturaleza te regala el vuelo cercano de algún cóndor que planee por la zona.
Luego, la bajada, que suele hacerse en la mitad del tiempo que te llevó subir. Aún mientras bajás podés seguir admirando el maravilloso paisaje, que algunos dicen es de las mejores vista de Bariloche. Como después de cualquier ascenso, te vas con algo de cansancio físico, pero te llevás una sensación de conexión con la naturaleza que es impagable. Si estás dispuesto a enfrentar el desafío, te espera una recompensa panorámica que vale cada paso.