En la provincia de Salta, Argentina, hay un famoso camino que serpentea entre montañas imponentes y paisajes que parecen sacados de un sueño. Se trata de la Cuesta del Obispo, parte de la ruta provincial 33 que une Salta capital con la ciudad de Cachi.
Cuenta la historia que en 1622 el Monseñor Cortázar, la máxima autoridad eclesiástica de la época, viajaba hacia Cachi y tuvo que pernoctar en la mitad de la subida ya que la dificultad del trayecto sinuoso requería de varios días para llegar a destino. Desde ese momento el camino fue llamado popularmente “Cuesta de la dormida del Obispo” y luego se simplificó su nombre.
Si bien se trata de unos pocos kilómetros, aproximadamente 20, vale la pena tomarse un buen tiempo para recorrerlo, disfrutarlo e ir parando. Actualmente el camino, que se eleva hacia las alturas, está enripiado y en constante mantenimiento, ofreciendo a los viajeros una experiencia única que combina la majestuosidad de la naturaleza con las leyendas que envuelven la región.
A medida que recorrés la Cuesta del Obispo, tus sentidos se despiertan ante la magnificencia de los Valles Calchaquíes. La altitud y la serenidad del aire se sienten cada vez más mientras ascendés por curvas pronunciadas y desfiladeros escarpados. Vas a sentir que estás tocando el cielo mientras contemplás el paisaje que desciende en una danza de colores, donde los valles se despliegan como tapices verdes y las montañas se perfilan en la lejanía, con destellos del color rojizo de la tierra y formaciones rocosas.
El punto más alto de la Cuesta del Obispo, conocido como Piedra del Molino, está a 3348msnm y ofrece vistas panorámicas que son de película. Aquí hay una pequeña capilla de piedra y una piedra de moler tallada en granito que, se cuenta, se partió por su peso de varias toneladas mientras la transportaban en 1927 y sus dueños jamás regresaron por ella. Este mirador es el testimonio visual de la grandeza de la naturaleza que rodea Salta y te regala una vista panorámica inigualable de la quebrada.
Pero además, este viaje permite observar mucha flora y fauna autóctona de la región. Bosques de altura, cardones que se alzan como centinelas y aves que surcan el cielo forman parte de este escenario natural único. Cada curva es una invitación a descubrir la diversidad biológica que define la provincia.
La Cuesta del Obispo es un sendero que lleva a sus visitantes a través de un universo de belleza natural. Cada curva parece dar inicio a un nuevo capítulo de un relato visual que se despliega ante tus ojos, invitándote a ser parte de Salta. Si visitás la zona, recorré la cuesta y dejate envolver por la magia de estos paisajes de altura.