Un proverbio chino dice “El que vuelve de un viaje no es el mismo que el que se fue …”. Esta frase me transporta a días pasados, en los que experimenté una mágica sensación en íntimo contacto con la Naturaleza del Norte Argentino, en Catamarca.
Fotografías de Karina Roman
Catamarca no es solo una provincia del Noroeste de nuestro país. Catamarca se mete bajo la piel y deja huella. En la mente, en el corazón, y en el espíritu. Catamarca asombra, emociona, deslumbra, inunda la mirada de colores ocres, verdes, azules, turquesas, y una blancura que enceguece.
Ruta Escénica Los Seismiles
Fiambala es la puerta de entrada a la Ruta escénica Los Seismiles. Muy temprano por la mañana, con el equipo de mate listo, tomamos la ruta nacional 60, de fácil recorrido. Antes de iniciar el ascenso con destino al Paso San Francisco agradecimos el hermoso amanecer soleado que anticipaba un día despejado. Este es el puntapie inicial de la ruta que se introduce en la Cordillera de los Andes y en la puna catamarqueña, desde los 1500 hasta los 4700 msnm en el límite con Chile.
Por cierto, es importante salir temprano, con el tanque de combustible completo y llevar abundante agua, comida liviana y hojitas de coca para aliviar los efectos de la altura. No olvides llevar abrigo, ya que las bajas temperaturas se hacen sentir, incluso en verano. Son 200 km.de ida y otros 200 de regreso a Fiambala.
El premio no es el destino final, sino la experiencia que se vivencia a medida que se avanza en el camino. Es más, es la explosión de todos los sentidos al descubrir en cada recodo de la ruta un nuevo color, un animal, un ave, y un cielo infinito.
Atravesando la región de Lorohuasi y llegando al km. 1409 comienza un camino sinuoso, de colores rojos fuertes y ocres, llamado la Quebrada Las Angosturas. Lo más recomendable es detenerse en el cartel de inicio para inmortalizar el paisaje en fotografías o ensimismamiento, ya que luego no hay banquinas. Además, una curiosidad aguarda en el km. 1434 donde el Arroyo de los Cangrejos alberga cangrejos pequeños debajo de sus piedras. Cuando se llega al km. 1465, se encuentra un hotel en el que se puede almorzar o merendar al regreso del Paso. También, a sólo metros de allí, se puede avistar una laguna con distintas aves, entre ellas flamencos rosados.
Fotografías de Karina Roman
A partir de entonces, y en constante ascenso, el paisaje de Catamarca va mutando de los colores rojos a los amarillos intensos. Se asoman de a poco las siluetas de los volcanes, con sus nieves eternas en las cumbres, que alcanzan los 6000 msnm. De hecho, de allí nace el motivo que da nombre a la ruta: Los Seismiles.
Fotografías de Karina Roman
Cuando de fauna se trata, burros y algún que otro zorrito se dejan admirar a lo lejos. Guanacos, llamas y manadas de vicuñas silvestres que se mimetizan con el entorno, dominan el paisaje. Como jugando a las escondidas los ñandúes o suris veloces, se niegan a ser retratados.
Poco antes del Paso del San Francisco se encuentra Gendarmeria y Migraciones. Como es de esperar, la altura se hace sentir a medida que los volcanes Incahuasi y San Francisco se presentan estoicos. Enfrente, y en el límite argentino-chileno, se encuentran los volcanes más altos del planeta, con alturas que superan los 6500 metros de altura. Los acompañan otros colosales como El Ojo del Salado, de 6893 msnm, (el volcán más alto del mundo y el segundo en cumbre en América, siguiendo al afamado Aconcagua), el Pissis, el Fraile, el Muerto, Tres Cruces, entre otros. Son 20 volcanes irresistibles que atraen a escaladores de varios lugares del mundo.
El Paso de San Francisco comunica la provincia de Catamarca con el país vecino de Chile. Atravesarlo es una experiencia indescriptible, que ofrece escenarios tan variados como únicos.
Fotografías: Karina Román
Para tener en cuenta, sobre la ruta nacional 60 se pueden encontrar refugios gratuitos, de emergencia, que fueron instalados por el Gobierno de Catamarca. En ellos se puede pasar la noche, ante la eventualidad de algún percance, pedido de ayuda, o bien para ser utilizados como parte de la aclimatización. Existe otro refugio -Las Grutas-, no bien se accede al control de Gendarmería, y a 20 km. del límite con Chile, equipado con servicios tales como agua potable, ducha caliente, cocina, camas, etc. Este refugio es utilizado por montañistas y expediciones que ascienden a los volcanes.
Los Refugios sobre la ruta 60 son:
- Refugio 1. Gallina Muerta a 2.980 msnm
- Refugio 2. Chaschuil
- Refugio Pastos Largos, a 3.260 msnm
- Refugio 3. Cazadero Grande.
- Refugio 4. Las Losas.
- Refugio 5. Las Peladas
- Las Grutas, a 4.000 msnm
- Refugio 6. el Límite, a 4.763 msnm
Fuente: Montañas de Argentina
Balcon del Pissis y más
Desde la misma ruta 60, nace el trayecto para llegar hasta el Balcón del Pissis. En el km. 1456 un gran cartel azul señala el desvío hacia uno de los lugares más icónicos de Fiambala y la provincia de Catamarca.
El camino de aproximadamente 55 km es de ripio, con ascensos y descensos constantes. Aunque muchos quieran aventurarse con sus propios vehículos, se recomienda hacerlo con guía y en vehículo 4×4. Y tiene su razón de ser: la mecánica del vehículo debe encontrarse apta y con potencia, en óptimas condiciones para transitar el terreno. Además, es recomendable realizarlo entre los meses de noviembre y abril, cuando no hay nevadas. El verano es el momento ideal pero hay que prestar atención a las lluvias estivales que pueden cortar accesos. Para poder bajar a las lagunas de la base, es imprescindible hacerlo en 4×4 y con guía.
El mejor momento del día para visitar el Balcón es por la mañana, toda vez que el clima en la altura es cambiante. Otro factor a tener en cuenta es la altura, ya que algunos tramos alcanzan los 4700 msnm y puede sobrevenir el apunamiento. Para paliar el momento, sin duda lo mejor son unas hojas de coca, mucha hidratación y tomar las cosas con calma. Tampoco hacer esfuerzos y moverse despacio. Aunque se visite en verano, la temperatura suele ser relativamente baja, a causa del viento y la altura. Las lagunas del Pissis han sido declaradas sitios Ramsar por la UNESCO por su importancia como humedales para el mantenimiento de la biodiversidad.
Fotografías de Karina Roman
El esfuerzo tiene un inconmensurable premio. El punto panorámico a más de 4500 msnm, y la colosal vista de las lagunas de distintos colores, producto de los minerales que la componen juntamente con la imponencia de la laguna de agua turquesa, es escoltada por una cadena montañosa. Más allá está la Laguna negra.
Entonces sucede la magia, y no hay palabras para describir un entorno único, sacado de un cuento que maravilla, que deslumbra y llena las pupilas de colores. Las apachetas dominan la planicie. Es un momento de silencio, de contemplación, de admiración y de llevarse un cachito de ese paisaje para siempre en el corazón.
Otro lugar ícono a visitar por los caminos de la Cordillera, y en las lagunas de altura que regala la Puna, es El Ojo del Planeta, otra maravilla en el camino. Se trata de un pequeño espejo de agua de colores hermosos colores con forma de circunferencia perfecta.
Todo es parte de un escenario único, irrepetible, y espectacular que corta el aliento. Ninguna fotografía puede reproducir ni le hace honor a tanta belleza. Majestuosidad sería la palabra más cercana que le hace realmente justicia. En verdad Catamarca asegura una experiencia única, que entrelaza e hinca en el alma de quien la recorre.
ALGUNOS TIPS
- Salir temprano y con días despejados.
- Llevar abundante agua.
- Llenar el tanque de combustible. No hay servicio en la ruta ni en ningún camino, con excepción de los refugios, ante eventuales situaciones de emergencia.
- Tener presente que el mal de altura puede afectar. Llevar tubo de oxígeno.
- No apartarse del camino ni seguir huellas.
- Es importante llevar protección solar y anteojos para el sol.
- Llevar abrigo siempre. En altura y con viento la temperatura es relativamente baja.
- No hay señal telefónica ni forma de comunicación.
- Todo lo que se lleve, vuelve en la mochila. No tirar residuos. Cuidemos y dejemos todo de igual manera que lo encontramos.